Algunas personas no necesitan ayuda para elaborar su duelo, pero cuando se hace difícil seguir con la vida, se puede desarrollar un trastorno por duelo complicado.
Una marcada dificultad para aceptar la muerte, incredulidad o embotamiento emocional referente a la pérdida, enojo o amargura relacionadas a la muerte, dificultad para encontrar recuerdos agradables del fallecido, culpa por la sensación de creer no haber hecho lo suficiente por el fallecido, entre otros. Son signos de alarma para buscar ayudar y orientación profesional.
Por otro lado, ante el diagnostico de una enfermedad terminal, la asistencia en la elaboración del duelo anticipatorio ayuda tanto al paciente como a los familiares a enfrentar lo que va a venir, permitiéndole a ambos prepararse para la despedida emocional y física.


