La “autoaceptación” consiste en algo que podríamos llamar “el amor incondicional hacia nosotros mismos”, querernos y valorarnos por el hecho de existir, sin calificarnos en ninguna escala de valores.
Cuando nos autoevaluamos en una escala de valor a partir de: nuestros éxitos o fracasos, con relación a metas o ideales y a las opiniones de otras personas (en especial las significativas) sobre nosotros, corremos el riesgo de generar sentimientos de depresión y/o ansiedad.
El objetivo con este trabajo es ayudar a reconocer fortalezas y debilidades, reconocer que somos seres únicos, reconocer que cometer errores es natural y no nos hace ni buenos ni malos y que el desempeño o el mérito no está en lo que hacemos, sino en quien somos.


